A 74 años de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, exigimos al gobierno mexicano irrestricto respeto a los derechos humanos en Ciudad Juárez
Ciudad Juárez, Chihuahua, considerada en el 2008 como la ciudad más peligrosa del mundo, requiere atención inmediata de las autoridades de los tres niveles de gobierno para frenar la ola de violaciones graves a los derechos humanos en contra de los sectores en mayor vulnerabilidad en la localidad, tales como niños, niñas, adolescentes y jóvenes de escasos recursos, personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres, población indígena y migrantes.
Ejemplo de ello son los diversos delitos de los cuales son víctimas las personas migrantes durante su tránsito en el país. Derivado de diversas notas periodísticas y de la documentación de la organización, se tiene conocimiento de que los principales delitos perpetrados contra esta población son secuestros, asaltos y homicidios.
Debido a la discriminación en contra de este grupo vulnerable y a la falta de voluntad de las autoridades estatales para atender y prevenir dichas agresiones, es común encontrar que las personas migrantes y sus familias no cuentan con los mecanismos adecuados para interponer denuncias por las diversos delitos y violaciones a derechos humanos de los cuales han sido objeto, como tortura y desaparición forzada, por lo que no se cuenta con un registro fidedigno que refleje todos los delitos que se cometen en su contra.
A su vez, en el supuesto de que alguna persona migrante se encuentre en conflicto con la ley, se desconocen o no se aplican los protocolos existentes para salvaguardar su integridad física y emocional, ni existe una articulación eficaz entre las instituciones encargadas en atender dichos casos y únicamente se les proporciona asistencia humanitaria.
Por ello, exigimos al Estado mexicano:
1. El cumplimiento de su deber primordial: el garantizar sin discriminación los derechos humanos de todas las personas, sin importar su origen, edad, sexo, condición económica o étnica.
2. Que asuma sus obligaciones de respeto, protección y cumplimiento de los derechos de todas las personas que habitamos en México y exigimos, verdad justicia y reparación para las víctimas.
Refrendamos el compromiso que tenemos con todos aquellos sectores en estado de vulnerabilidad, porque:
“De la justicia de cada una-uno, nace la paz para todas-todos.”
