Dadas las graves irregularidades y violaciones a los derechos humanos presentes en su caso, el miércoles 6 de noviembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordena la liberación de Israel Arzate Meléndez, acusado de participar en la masacre de Villas de Salvárcar en enero del 2010, donde se asesinaron a 16 estudiantes adolescentes.
La noticia ha generado polémica en Ciudad Juárez, pues además de evidenciar la mala actuación del Estado mexicano, responsable directo de la seguridad y justicia de la población, varios medios de comunicación locales, así como algunos familiares de las víctimas, se han pronunciado no sólo por cuestionar la justicia, sino también criminalizan a las y los defensores derecho humanistas como “defensores de delincuentes” entre otros supuestos descalificativos.
Este clima de linchamiento mediático y manipulación política no abona en nada a la paz ciudadana y sí en cambio alienta la confusión y el odio social al desinformar tomando postura parcial ante un hecho evidentemente lamentable, definitivamente injusto y que sigue dejando más interrogantes que respuestas. La masacre de Villas de Salvárcar espera la verdad de los hechos y castigo a los verdaderos culpables; la justicia para Israel Arzate es problemático para el gobierno de Chihuahua por que demuestra el retroceso en derechos humanos a partir de un caso plagado de vicios de origen y, desafortunadamente también, se observa la manipulación del Estado en las declaraciones de algunos familiares de las víctimas.
El Centro de Derechos Humanos Paso del Norte celebra la liberación de Israel Arzate, así como el trabajo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, la Red Mesa de Mujeres y el Centro de Apoyo a Migrantes, para que esto haya sido posible, pero por otro lado vemos con preocupación que la justicia para las víctimas de Villas de Salvárcar sigue sin resolverse más allá del discurso oficial. No es calumniando el desempeño de organizaciones derecho humanistas ni induciendo a la opinión pública hacia el revanchismo como se logrará hacer justicia a este terrible hecho de sangre.
De la justicia de cada uno, nace la paz para todas y todos