(Tomado de la edición del miércoles 2 de julio de El Diario de Ciudad Juárez, página 5A: “Tras 29 meses presos, salen libres y exonerando).
*El Centro de Derechos Humanos Paso del Norte se congratula por la liberación de los jóvenes y el rencuentro con sus familias. Muchas felicidades.
Staff
El Diario
Luego de 2 años cinco meses en un centro de arraigo, ayer salieron libres las tres personas acusadas de extorsión y absueltas por un Tribunal de Juicio Oral que anuló todas las pruebas presentadas por el Ministerio Público al determinar que fueron obtenidas a través de la tortura.
El representante legal de los tres hombres anunció que interpondrán una demanda por la vía civil y penal para exigir la reparación del daño ocasionado y que se sancione a los servidores públicos que ordenaron y los sometieron a tortura para que se autoincriminaran.
Los hermanos Juan Antonio y Jesús Iván Figueroa Gómez así como Misael Sánchez Frausto salieron del Centro Estatal de Arraigos este martes alrededor de las 2 de la tarde. Los exonerados ya eran esperados por sus familiares así como personal del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte y rompieron en llanto al ser abrazados y sentirse libres nuevamente.
“Nos sentimos felices por una parte, pero por otra sabemos que se cometió una injusticia, hubo atropellos, se generaron gastos no previstos, hubo amenazas, tuvimos que dejar la casa, nos quedamos sin vivienda, todo por una mentira que se inventaron”, señaló Raúl Sánchez padre de Misael.
La coordinadora jurídica del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, quien llevó parte de la defensa de los exonerados, Diana Morales, señaló que la organización le dará seguimiento al asunto para que los responsables de acusar a los hermanos Figueroa y a Sánchez de un delito tan grave como la extorsión agravada sean sancionados por todo el tiempo que ellos estuvieron presos.
La abogada explicó que no solo se trata de buscar una remuneración económica para cubrir el daño a la salud que les causaron pues al someterlos a tortura a Misael le quebraron las costillas, a Juan Antonio le dislocaron un brazo Juan Antonio y a Jesús Iván le reventaron el tímpano de un oído y a la economía de sus familias sino resarcir la afectación moral que sufrieron.
“Ellos son sobrevivientes de tortura, van a requerir terapia y pasar primero por un proceso de sanación, lo que no es fácil. Luego vendrá un proceso penal y civil, serán por medio de las dos vías, para solicitar la reparación del daño que no solo se suscribe a algo monetario sino actos simbólicos que permitan reparar el daño moral causado, como una disculpa pública, el reconocimiento del Estado de que hubo tortura.
“A ellos, como a otros sobrevivientes de tortura, les lastima haber salido en los medios como culpables, su honor fue muy lastimado pues hablaron de su nombre y su prestigio y la reparación del daño no se puede lograr en la totalidad pero en la medida de lo posible que busca obtener algo que sea representativo, que les ayude a salir avante”, afirmó Morales.
Las denuncias serán contra la Fiscalía General del Estado específicamente aquellos quienes les infligieron a Juan Antonio, Jesús Iván y Misael prácticas vejatorias y a los funcionarios que las permitieron u ordenaron, dijo.
Sin embargo, los familiares de los exonerados señalaron sentir miedo e incertidumbre acerca de las demandas e indicaron que todavía no han determinado si los tres procesados permanecerán en Ciudad Juárez ante el temor de represalias.
“Si mi hijo sigue aquí o no, todavía no se ha determinado precisamente porque sabemos de lo que son capaces de hacer. Jorge González Nicolás nos hablaba en su momento cuando estaba a cargo aquí de la Fiscalía y el gobernador decía denles vitalicia… Ahora seguimos con miedo e incertidumbre”, expresó Raúl.
El pasado 8 de junio un Tribunal Oral colegiado determinó que los hermanos Figueroa Gómez y Sánchez Frausto son penalmente inocentes del delito de extorsión agravada al dejar sin valor las autoincriminaciones de los tres procesados y las imputaciones de un testigo –Francisco Javier Sariñana, al señalar que también fue coaccionado– así como el reconocimiento por fotografía que hizo la víctima por haberse efectuado fuera del marco legal.
El Ministerio Público acusó a los dos hermanos Figueroa Gómez, a otro miembro de esa familia –el menor, Luis Adrián Figueroa Gómez, entonces de 14 años, absuelto en agosto del año pasado por falta de pruebas– así como a Sánchez Frausto como responsables del cobro de “la cuota” al propietario de un negocio de comida ubicado en la avenida Valentín Fuentes, cerca del Hospital 35 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las tres personas así como el menor de edad fueron detenidos el 18 de enero de 2012 y presentados a la opinión pública como integrantes de una banda de extorsionadores que supuestamente obtenían ganancias por semana superiores a los 40 mil pesos.
Datos periodísticos indican que el 20 de enero del 2012 personal de la Fiscalía Zona Norte dio a conocer que los tres adultos y el menor cobraban “la cuota” semanalmente en mercados populares, farmacias, tiendas de abarrotes y puestos de comida rápida y pertenecían a la banda de “El Snoop”.
A Jesús Iván Figueroa lo presentaron como el líder de la organización y apodado “El Snoop”; a Juan Antonio, con el apodo de “El Pato”; a Misael lo llamaron “El Mudo” y al menor de 14 años absuelto, Luis Adrián, como “El Monky”.
En el Juicio Oral realizado el Ministerio Público presentó como testigo de cargo al actual comandante de la Unidad de Narcomenudeo y quien en enero de ese año era un agente, y tras ser protestado para que hablara con la verdad el funcionario señaló que él y otro compañero arrestaron a los hermanos Figueroa Gómez y de Sánchez Frausto luego de que cobraron el derecho de piso.
Sin embargo, los hermanos Juan Antonio y Jesús Iván así como Misael han sostenido que fueron sacados de sus casas por parte de agentes ministeriales y frente a sus familias y después fueron torturados para que se declararan culpables.
“Fuimos torturados, golpeados. Somos una familia tranquila, nunca en problemas; siempre hemos estado con mis padres, pero fuimos amenazados con quitarles la vida a ellos y a mi esposa sino nos declarábamos culpables. Ahora me manifiesto inocente, la autoridad hizo actos inhumanos con nosotros”, dijo el pasado 8 de junio Juan Antonio Figueroa Gómez.
El Centro de Derechos Humanos Paso del Norte dio a conocer que las tres personas resultaron positivo al protocolo de Estambul, una herramienta para determinar si una persona ha sido sometida a tortura o practicas vejatorias.