Carta abierta sobre próxima designación del nuevo jefe de policía en Ciudad Juárez

A la LXIV Legislatura del Congreso del estado de Chihuahua

A Enrique Serrano, presidente municipal de Ciudad Juárez

A la opinión pública:

La seguridad pública es uno de los temas más sensibles para la sociedad juarense. Durante el trienio del ayuntamiento saliente (2010-2013) en medio todavía de la “guerra contra el narcotráfico” emprendida por el gobierno federal y conel apoyo de los gobiernos estatal y municipal, las violaciones a los derechos humanos cometidos por las diferentes fuerzas policiacas y castrenses aumentaron drásticamente.

En el caso de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Ciudad Juárez, encabezada en ese periodo por el teniente coronel Julián Leyzaola, un personaje con antecedentes penales por tortura en su ejercicio policiaco de la ciudad de Tijuana en puesto similar, vino a multiplicar los casos de abuso policiaco en contra de la población en general, particularmente contra hombres jóvenes y pobres, detenidos de manera arbitraria bajo cualquier pretexto y con varios casos documentados por golpes y tortura. Las agresiones a activistas sociales y periodistas también se hicieron comunes, además de asesinatos en el acto cometidos por policías encubiertos de tiendas de conveniencia contra quien robara o asaltara dichos establecimientos. En conjunto estas acciones fácilmente pueden ser consideradas como de “limpieza social” y “guerra sucia” no declarada oficialmente, con impacto negativo en la imagen del Estado, visto como cómplice de estas acciones.

En el Grupo de Articulación Justicia en Juárez vemos con preocupación cómo la militarización de la policía en los últimos tiempos y dentro del marco de la “guerra contra el narco” coincide con el aumento a las violaciones de las garantías individuales; que no se toma en cuenta la opinión de la sociedad, aumentando también el autoritarismo en detrimento de la democracia, pues pese a las denuncias en contra de la forma de actuar de la SSPM y su ex director, tanto el municipio como el ejecutivo estatal y el congreso estatal, hacen caso omiso de las distintas voces de protesta o sólo consideran las opiniones de un solo actor social: el empresariado.

Una policía municipal confiable requiere de estricto apego a derecho. Ante el oscuro panorama que deja la pasada administración municipal juarense de temor y desconfianza a la policía, es de primordial importancia no cometer los errores del pasado y atender las voces y casos que piden una policía de calidad dirigida por una persona de holgada calidad moral, honestidad y capacidad de entender la delicada situación de vulnerabilidad expuesta por la sociedad juarense, la que espera todavía una institución a la altura de las circunstancias, aliada de la ley y no por encima de la misma; empática con quienes sufren y no sujeta a decisiones irracionales o alejada de las verdaderas necesidades de protección, seguridad y justicia que exige Ciudad Juárez.

Por el bien de la paz social, por respeto a la constitución y en atención a las y los residentes de esta ciudad fronteriza que esperan ser tomados en cuenta, exhortamos a quienes tienen en sus manos tomar la decisión en nombre de los 1.3 millones de habitantes del municipio de Juárez: sensibilidad ante los hechos, congruencia en sus reflexiones e independencia de intereses particulares y políticos.

“La Justicia es Primero. Nada en Juárez sin Justicia.”

Grupo de articulación Justicia en Juárez:

Centro de Derechos Humanos Paso del Norte

Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos 

Comité Médico  Ciudadano

Consejo Ciudadano

Organización Popular Independiente

Plan Estratégico de Juárez

Red Mesa de Mujeres

Red por los Derechos de la Infancia en Ciudad Juárez

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