Carta de una madre de sobreviviente de Tortura

Hoy 26 de Junio día en que se recuerda a las víctimas sobrevivientes de tortura, quiero compartir o expresar un poco mi sentir o experiencia como madre de una víctima sobreviviente de tortura.

TORTURA, palabra ignorada y hasta desconocida por la sociedad, y mucho más por quién debiera cuidarnos y defendernos (autoridades y gobierno), que son quienes se valen de su poder para ponerla en práctica sobajando, humillando y aniquilando el sentir humanos de quiénes han vivido la tortura.

Ninguna madre o familia está preparada para saber cómo reaccionar o  superar una experiencia tan aniquilante y falta de compasión para un ser humano, menos para SU HIJO.  ¿CÓMO SE PUEDE SER TAN CRUEL Y MEZQUINO PARA ROBAR Y MANIPULAR LA MENTE Y LA IDENTIDAD DE UNA PERSONA?, sólo porque se tiene el poder y autorización de seres sin sentimientos, sin principios, sin valores y mucho menos amor por sus semejantes.

Escuchamos a diario que los detenidos fueron torturados, y esto no hace ningún eco en la sociedad, medios de comunicación o a quién nos representa ante el gobierno, esto no merece su atención, no hay sensibilidad, ni en las comisiones de derechos humanos que son quien deberían de actuar con determinación y dureza en contra de la TORTURA, pero también callan y solapan, están limitados a actuar.

Como sociedad hagamos conciencia, no ignoremos o seamos indiferentes pensando que nunca vamos a pasar o enfrentar una situación de TORTURA. Yo pensaba así hasta que tuve que vivir en carne propia la experiencia más traumante y dolorosa de mi vida.

Un día a la media noche sin más razón que por ser la autoridad, entraron a mi casa encapuchados con armas, sometiéndonos, amenazándonos y con gritos de “nadie se mueva”, se llevaron a mi hijo sin ninguna explicación, ellos tenían la fuerza, como evitarlo. Ahí empezó nuestro peor martirio y frustración como familia, al día siguiente a buscar, tocar puertas sin saber quién lo tenía, ninguna autoridad sabía nada, no tenían conocimiento de su detención, 24 horas se dice fácil pero es el tiempo más interminable y doloroso que he vivido.

Por fin esa autoridad que no sabía nada de mi hijo, lo presentó ante los medios de comunicación como un delincuente. Qué manera tan cruel de señalarlo y opinar sin conocer el trasfondo de las circunstancias; dijeron que no tenían a mi hijo; ahora lo exhibían y señalaban, ¡qué manera más ruin de destruir!. Busqué la manera de ver a mi hijo y después de rogar y luchar me permitieron verlo 5 minutos; físicamente era mi hijo pero, su identidad había sido aniquilada, su esencia y personalidad no existían en ese cuerpo encorvado, esposado. Ahora era un ser vivo robotizado, su mirada extraviada, su mente totalmente manipulada, no le salía la voz, sólo se quejaba asustado, le salían las lágrimas, logro decirnos: “no hagan nada, me van amatar”.

¿Cómo asimilar eso?, ¡quién nos debe cuidar nos destroza de esa manera tan cobarde! ¿Con quién me quejo? ¿Quién me escucha?, ¿a quién le importa defender a mi hijo?, ¿ante quién denuncio esto?, lo tienen en sus manos y lo pueden matar. Señalado y rechazado por la sociedad; quién puede saber cómo reaccionar ante esto, como ser valiente si lograron atemorizar para evitar que se denuncie lo que hicieron, estaba la vida de mi hijo de por medio. Ese era el plan que habían ideado para que calláramos, lo lograron. 

TORTURA: No son unas cachetadas, también es vendarle los ojos, esposarlos, encadenarle los pies, golpearlo en las costillas y estomago para que no vean los golpes, tirarlo al suelo y subirse varios en su cuerpo para que no se mueva para taparle la nariz y echarle agua por la boca para ahogarlo, es ponerle una bolsa de plástico en su cara y cabeza para asfixiarlo hasta perder el conocimiento y después la golpes hacer que recobrara el conocimiento, y repetir ésta práctica cuantas veces quisieran, por si fuera poco dar descargas eléctricas en sus partes íntimas, amenazas de matar a su familia, tortura psicológica y muchas otras cosas aberrantes. Todo esto hasta lograr que se declare culpable y auto incriminarse de un delito, ante cámaras que lo

usan como prueba para condenarlo; esto o te mueres, te desaparecemos o apareces encobijado como muchos.  Tenemos que presentar trabajo y ya te trajimos así que tú decides; ¡cuánta crueldad y falta de humanidad!, “y que tu familia ni le mueva porque te mueres, de todos modos te vas a podrir en la cárcel”; cuanto más pudieron hacer, tuvieron 24 horas para hacerle lo que quisieron.

Dios nos ha ayudado y sostenido hasta el día de hoy: han pasado 7 años y mi hijo sigue preso, sólo con la prueba que ellos arreglaron para presentar trabajo. 

Que difícil vivir sin esperanza en manos de la injusticia, la impunidad, la mentira y el abuso de poder. La tortura sigue porque no sólo son daños o golpes físicos, también dañan nuestras emociones, nuestro der interior, nos limita para llevar una vida plena, se pierde la confianza, se vive con incertidumbre, y la fuerza interior se debilita, se va desvaneciendo. Pero mi hijo está vivo; y eso da la fuerza para continuar hasta encontrar la verdad y la justicia, nada va a borrar lo que hemos vivido, sólo Dios nos ha dado la fuerza para continuar hasta que El así lo quiera, al final es el Juez que ha de juzgarnos a todos. Porque los jueces terrenales son indiferentes y manipulan las leyes al antojo de sus conveniencias.

Ahora entiendo y comparto ésta experiencia con muchas familias que han vivido lo mismo, entre nosotros podemos comprendernos y dolernos unos a otros.

Exhorto a la sociedad a no ser indiferente, no esperen a que esto sea aceptado como si fuera legal, ayudemos a exhibir y exigir y exigir hasta lograr que ésta práctica no se vuelva a repetir, NO MÁS TORTURA; a quién ha vivido esto y no lo ha compartido o denunciado les invito que busquen una organización donde hablar de su experiencia. Sé que hay demasiados casos que están sin darse a conocer, por medio o también sabiendo que la autoridad no va actuar en contra de ella misma.

Medios de comunicación sean realmente portadores de la verdad sin manipularla, no crezcan el ego y la manipulación de la autoridad y gobierno que hace leyes para unos cuántos, pero para ellos no aplica, ustedes pueden ayudar a que las cosas cambien en nuestro país, busquen la opinión pública no la mentira de los que están en el poder; denle más credibilidad y publicidad al sentir ciudadano, no a los corruptos, no a la mentira no al abuso del poder, no a quien paga la publicidad con nuestros impuestos.

Gracias al Centro de Derechos Humanos Paso del Norte A.C. por su acompañamiento, por guiarnos y motivarnos a luchar y no callar. Por unirse a luchas contra las violaciones a nuestros derechos; es admirable su trabajo y apoyo.

QUE ÉSTE DÍA SEA SIEMPRE RECORDADO POR TODA LA SOCIEDAD LOS MEDIOS Y EL GOBIERNO MISMO COMO EL DÍA INTERNACIONAL EN APOYO A SOBREVIVIENTES DE TORTURA… UNIDOS ES MÁS FÁCIL HACER FRENTE A LA ADVERSIDAD.

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